En primer lugar, las tendencias de desarrollo de aplicaciones para móviles se definen por la demanda. En 2020, una de las consecuencias de la pandemia de COVID-19 fue un espectacular aumento de la demanda de ciertas categorías de aplicaciones móviles. El número de descargas de aplicaciones de videoconferencia como Teams de Microsoft, Meet de Google y Zoom se disparó, hasta el punto que hubo un momento en que la capitalización de Zoom superó a la de Boing.
Las aplicaciones móviles que ayudaban a las personas a adaptarse y hacer frente a la enfermedad se hicieron extremadamente populares y, para satisfacer la creciente demanda, las empresas tuvieron que invertir fuertemente en el desarrollo de estas aplicaciones para aumentar su capacidad y aportar nuevas funciones. En este apartado SquareetLabs trató de aportar su granito de arena con el desarrollo de la app Covida, una aplicación colaborativa que nació con el objetivo de crear un red de ayuda y apoyo a personas mayores o con un perfil de riesgo que se encuentran en situación de vulnerabilidad debido a la emergencia sanitaria.
Este año 2021 -porque la pandemia sigue aquí- está totalmente justificado que las aplicaciones móviles de videoconferencia, entrega, educación a distancia, transmisión de medios y gestión de procesos empresariales y comerciales sigan dominando el panorama móvil.
Hay varias tecnologías móviles que son fundamentales en el esfuerzo mundial para adaptarse a la vida durante la pandemia. Una de esas tecnologías es la famosa 5G. La mayor ventaja que aporta es una nueva velocidad de transmisión de la información que está a la altura de las redes Wifi de alta velocidad. A lo largo de 2020 varios fabricantes lanzaron dispositivos capaces de soportar el estándar 5G, sentando las bases para que muchas apps den el siguiente paso en el desarrollo aportando nuevas funciones que antes no eran posibles.
Otra característica que apareció en el radar de los desarrolladores de apps en 2020 y que seguramente seguirá siendo sumamente importante es la privacidad. Es algo que se descuidó durante varios años, cuando todo el ecosistema de desarrollo de apps se centraba únicamente en el crecimiento. Las cosas han cambiado definitivamente: en 2021 los desarrolladores de aplicaciones tendrán que tener en cuenta la cuestión de la privacidad de sus usuarios y abordar la cuestión de la captación, el almacenamiento y el procesamiento de la información de los usuarios. Tanto el GDPR europeo como el creciente número de normativas estadounidenses han establecido el estándar para la privacidad de los usuarios de aplicaciones móviles.